Para el “Balcón” y “Callejón Limeño”
Elisario Rueda Pinto, que vivió en sus años juveniles en el
corazón de la vieja Lima, al alternar sus estudios de medicina con si amorosa
entrega a la canción popular, ha escrito muchas canciones que han tenido
acogida y siempre están en el repertorio de los más calificados difusores.
Para los carnavales de 1951, como era de tradición en Lima,
fueron elegidas las reinas de belleza que pondrían la nota encantadora.
Invitado Elisario Rueda Pinto al Baile carnavelesco del entonces acogido local
llamado “La Laguna” en Barranco, fue con amigos para pasar una noche más de la
bulliciosa celebración. En este baile hizo una gran amistad y bailó
reiteradamente con una de las reinas que habían concurrido, y coincidentemente,
la chiquilla respondió.
Dos días después, al abrir las páginas de un diario, aprecia
una fotografía del carnaval limeño, en que aparece la prenda de sus ojos
arrojando flores y serpentinas desde el balcón de su casa ubicada en la
tradicional Quinta Heeren. Elisario impresionado, empezó a escribir:
“Balcón, balcón de antaño,
balcón florido, balcón limeño.
Balcón, que con sus rosas cubre
y engalana mi eterno ensueño.
Balcón, donde se guarda la tierna
imagen de mi ángel bello.
Balcón, donde una noche cual dulce
virgen la conocí…”

“No te avergüences limeña
De tu barrio de ayer,
Ni tampoco de aquel sitio
Que un día te vio nacer;
No te avergüences hoy día
Que vives en gran mansión,
Y recuerda con cariño que naciste en callejón…”
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