“La Chichera” de Baquerizo
Entre los cultores de la música popular de ritmos vibrantes
y cadenciosos del valle del Mantaro, está el destacado músico y notable
compositor Carlos Baquerizo, huancaíno del distrito de Sicaya que con su
armónica en la que interpreta sus huaynos, hace su debut en el escenario de un
coliseo limeño en los años 50, presentados por el recordado animador de moda de
ese entonces, Emilio “Moticha” Alanya.
Entre sus decenas de huaynos, Baquerizo vive, satisfecho de
la acogida resonante que siempre tuvieron y siguen teniendo sus composiciones,
pero el tema que le dio los mayores éxitos y que, por ende lo llevó a la gloria
de su arte, fue su cumbia peruana, madre indiscutible de lo que sería la
popular música chicha, ritmo que dio origen a cientos de grupos musicales que
lo cultivaban.
Y esa cumbia peruana sin versos que inspirara Baquerizo en
1956, no se grababa aun, en vista de no tener nombre, que era lo único que le
pedían los funcionarios de la disquera. Aquí es cuando Carlos repara en que,
durante las temporadas que vivía en Huancayo, no deja de visitar el puesto de
venta de chicha de una agraciada muchacha de las inmediaciones del Mercado
Central, donde tomaba una refrescante chicha de jora.
La vendedora que conocía perfectamente la trayectoria de
Baquerizo, siempre le decía que cuando iba a escuchar su nombre en unos de los
discos de la orquesta “Los Demonios del Mantaro”, que dirigía el gran autor; y
es así como decide ponerle a su cumbia el nombre de “La Chichera”, que tuvo feliz
estreno durante el baile de un matrimonio realizado ese mismo año en el barrio
de Balconcillo de La Victoria.
En el mercado de la música, “La Chichera” gana vertiginosa
popularidad y todo el mundo la canta. Y es así como nació y como se bautizó “La
Chichera”, la cumbia peruana que estableció todo un record de esa disquera y
por supuesto, de acogida tanto en el país como en Ecuador, Colombia y
Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario